
Cómo entrenar a tu dragón es una trilogía de películas de animación creada por DreamWorks. La primera entrega de la saga fue estrenada en el año 2010, dirigida por Dean DeBlois y Chris Sanders. Basada hasta cierto punto en la serie de libros homónima de Cressida Cowell, cuenta la historia de Hipo, un niño vikingo de aproximadamente 15 años, quien vive en Berk, una locación ficticia. En Berk vive un pueblo de vikingos, quienes llevan en la isla aproximadamente 300 años, pero lo que los hace diferentes es la existencia de dragones, los cuales atacan constantemente la aldea, dañando las estructuras, robando alimento e hiriendo personas. Al principio, se presenta la explicación del mundo: cómo está construido el universo, qué les importa a nuestros protagonistas y quiénes son; qué son, cómo se comportan y por qué importan los dragones. Hace esto y da la explicación de que, para ellos y para nosotros como espectadores, hasta ese momento, los dragones son unas bestias despiadadas y salvajes sin conciencia.
Coming of age

Pero todo esto no habla realmente del punto de la película o la saga, la cual es reconocida por ser la historia definitiva de Coming of Age. Este género de películas sigue a un único protagonista, centrándose en los temas de juventud, madurez y crecimiento, mostrando el camino que lleva a la siguiente etapa de la vida (Kench, 2023). Realiza este argumento y muestra el viaje de Hipo, el primer vikingo en 300 años que no quiso matar a un dragón. Al inicio de la película, se nos muestra cómo Hipo es sumamente delgado y pequeño para ser un vikingo, así que crea una máquina que logra lanzar las armas por él, derribando a un miembro de la especie de dragón más temida, un Furia Nocturna. El largometraje está lleno de analogías y referencias; la primera es el hecho de que el vikingo más débil derriba al dragón más peligroso.
Luego, Hipo lo encuentra, y en una escena clave y emotiva, no logra acabar con la vida de este y decide liberarlo. En ese momento, Hipo toma una oportunidad y, sin realmente saberlo, se separa del resto del pueblo y de su padre, el jefe de la aldea; ve su vida en riesgo por esta decisión, ya que el Furia Nocturna se libera y lo acorrala. Pero, al igual que Hipo, le perdona la vida. En el clímax de la película, Hipo admite que no quiso, no que no pudo; él podía, pero no quiso, porque al ver al dragón derribado, notó que se veía igual de asustado que él y al verlo, se vio a sí mismo.

Durante la historia se aprecia todo el camino de Hipo y Chimuelo en ganarse la confianza del otro y convertirse en amigos. Hipo logra la popularidad que siempre quiso, pero no es lo que él desea. Nos damos cuenta de que todos los estereotipos sobre los dragones que tenía el pueblo eran falsos, desafiando toda la mitología que nuestro protagonista tenía en su vida. Las palabras no son suficientes para explicar lo profunda y personal que es esta saga, siendo que la segunda película es considerada la mejor de la saga yy una de las mejores películas animadas de la historia, y no la hemos mencionado aún. Pero además de los aspectos visuales y otros personajes interesantes y profundos, Cómo entrenar a tu dragón cuenta con una banda sonora icónica e impecable, escrita por John Powell.

Esta música es capaz de transmitir una cantidad indescriptible de emociones y se ha consagrado como una de las mejores bandas sonoras del cine. Lo que a su vez da alegría, ya que la primera entrega recibirá una adaptación live action a estrenarse el 13 de junio de 2025, la cual será dirigida y escrita por los mismos encargados de hacer las versiones animadas. Además, John Powell volverá como compositor, después de consolidarse participando en:
- Kung Fu panda 2
- Rio
- Happy Feet 2
- Solo: A Star Wars Story
Y muchas más…
Personalmente, considero que son unas de las películas con más corazón jamás hechas, además de tener un impacto personal en mi vida. Más que palabras, lo que puedo recomendar es verlas, analizar y pensar las tres películas con seriedad, ya que lo ameritan. Así como comentar en redes sus opiniones sobre la nueva entrega tanto ahora, como en el momento de salida. ¡Los estaremos leyendo