Severance es una reciente serie de la plataforma AppleTV que nos atrapa desde el primer capítulo con su narrativa enganchante e ingeniosa. Pero un elemento que particular que capta la atención desde el inicio es su semejanza con la realidad y es que el proceso de la “separación” no es tan ficticia como parece serlo.
De entrada la serie empieza con una premisa clara, Severance es un proceso donde las personas, de manera voluntaria, separan sus recuerdos entre vida personal y su vida laboral para trabajar en una corporación de labores misteriosas llamada Lumon. Rápidamente la serie escala y complejiza su premisa para convertirse en la que podría ser llamada la mejor analogía sobre el capitalismo del siglo XXI.

En Severance todo es más de lo que parece a simple vista:
La primera temporada a través de un guion inteligente y una fotografía excelente nos presentan el entorno de este trabajo corporativo. Lumon la gran corporación separa las mentes de las personas vendiendo el proceso como una solución y maravilla quirúrgica de la actualidad. Pero el lado oscuro está en como buscan la creación del que sería el trabajador perfecto para el capitalismo. Un trabajador sin identidad, que no pregunta, no cuestiona, siempre obedece con un incondicional culto a la empresa. Los “innies” almacenan datos sin saber las implicaciones humanas o ambientales que puedan tener, siempre hacen lo que se les pide sin conocer las implicaciones que eso conlleva.
Una analogía inteligentemente implementada, es como Lumon disfraza su trabajo forzado del que no pueden escapar, con pequeñas dosis de dopamina que dan un falso sentido a su fuerza laboral. Esta construcción falsa de sentido es toda la identidad que nuestros protagonistas poseen y que incomoda nuestra realidad por su semejanza a nuestro mundo. Esto se ejemplifica con cada uno, como con Mark que constantemente justifica las acciones del sistema pues “the work is mysterious and important” o Dylan que está dispuesto a hacer todo lo que se le pida con tal de obtener los beneficios e Irving que defiende a ciegas a los CEOs de la empresa, rindiéndoles culto con la biblia de la corporación, que cita constantemente y es el único texto al que pueden acceder.
La separación es solo un ejemplo de un trabajador alienado
La teoría marxista señala el trabajo como una extensión de la identidad que bajo la explotación busca desplazarnos de nuestra humanidad, lo que vemos de forma explicita con el proceso de la separación. En lumon el trabajo es el principal elemento dignificador y el valor de las personas está medido por sus logros y su buen comportamiento dentro del edificio. Esta separación es el mejor ejemplo del trabajador alienado, el outie no se preocupa de lo que su cuerpo hace mientras vende su fuerza de trabajo y el innie es un trabajador completamente alienado de la realidad y el mundo exterior, es un prisionero al mismo tiempo del sistema, del trabajo y de sí mismo.
La unión como solución a los problemas del trabajo:
Conforme la serie avanza, la unión y el corporativismo es la única solución que encuentran nuestros protagonistas para encontrar las respuestas que los llevará a entender su realidad y su escape de la corporación, es decir su camino a la emancipación. Como respuesta a esto la corporación implementa métodos para mantener a los trabajadores de las distintas divisiones separadas e influir en el miedo al “otro”. Donde los demás departamentos se pintan no como solo personas sino sujetos que amenazan la integridad y la vida de nuestros protagonistas. Los protagonistas buscan ver más allá y superan estos miedos que solo existen en sus imaginarios y como si se tratara de una revolución sindicalista los trabajadores se unen y planean en secreto, compartiendo la poca información que saben.

La segunda temporada se aleja de la promesa de una revolución sindicalista para centrarse en las relaciones interpersonales de nuestros innies adentro del edificio así como las relaciones entre innie y outie. Esta temporada aunque parece alejarse de la crítica al sistema, trae una conversación de gran relevancia a la mesa, los derechos humanos de las personas dentro de la empresa. La separación da una falsa sensación de libertad para la persona de afuera, que no se responsabiliza por los actos y por la vida de su versión innie, quién exige más libertades, como la oportunidad de vivir una vida, demostrar sus sentimientos y entablar relaciones que van más allá de lo laboral.
En conclusión el estado actual de la serie nos hace preguntarnos ¿Qué rumbo tomará? Y si Severance se trata de una gran crítica a la realidad del trabajo asalariado en la actualidad o si solo es una más de un falso anticapitalismo hollywoodense.
