A medida que nos adentramos en el mundo, el manejo emocional se vuelve cada vez más complejo. Desde que aprendemos a leer y escribir hasta que adquirimos el compromiso de redactar para la academia, estamos haciendo catarsis mediante la expresión de nuestras ideas.
Creatividad al volante
Durante los primeros años de vida, nuestras madres y cuidadoras nos abrazan con canciones de cuna para apaciguar nuestros miedos. También nos narran cuentos que atrapan nuestros sentidos y provocan una lluvia emocional.
En el kínder, la creatividad nos recorre las venas, somos seres llenos de luz y magia. Como niños, percibimos el entorno a partir de una mirada de inocencia y nuestros primeros contactos con el papel son la pintura, los dibujos y los garabatos. Más adelante, en primaria, realizamos pequeños trazos hasta que, con mucho esfuerzo, aprendemos a transformar ideas en palabras.

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Primeras crisis emocionales
La adolescencia es la puerta de entrada a una faceta de contradicción con el entorno. A menudo sentimos emociones intensas, pero difícilmente sabemos cómo drenarlas para evitar que nos “ahoguen”. Nos rehusamos a pensar que la solución está en leer Don Quijote de la Mancha o saborear los versos de Jorge Debravo, por el contrario, todas las actividades impuestas nos parecen un atropello a nuestra autonomía.
Experimentamos temor por el qué dirán, por el futuro, por la sensación de no pertenecer a ningún sitio… Somos presos de un sinsabor constante, disolvemos nuestra existencia en un vaso de agua, como dirían nuestros padres. En ese instante, los problemas que a otras personas les parecen insignificantes, nos carcomen la paz.

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¿Quién nos salva?
Las emociones están con nosotros desde el primer segundo de vida. Conforme crecemos, el contexto nos brinda alternativas para gestionarlas. ¿Pero quién nos guía en el camino hacia la catarsis? En la actualidad, la tecnología nos ofrece un sinfín de posibilidades para encontrar respuestas, por lo que quizá ha llegado la hora de autodidactas y bucear en la web hasta hallar las anheladas opciones.



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Escribir reduce la ansiedad
Los síntomas de depresión, ansiedad y estrés se cuelan por todos los rincones del cuerpo. Escribir se convierte en un aliado para la gestión emocional. Si bien la terapia con un profesional es necesaria, no todos tienen acceso a ella. De este modo, la escritura se perfila como un refugio donde soltar verdades y silencios que se atoran la garganta. En esos momentos, es cuando podemos implementar estrategias que nos ayuden a sanar. Tener un diario de emociones, por ejemplo, es una herramienta valiosa con muchos beneficios:
- Lidiar con las preocupaciones.
- Explorar la autocompasión.
- Trabajar interiormente.
- Gestionar mejor las emociones.
La escritura a mano permite que se activen conexiones neuronales que propician la memoria y los recuerdos, según se muestra en una noticia sobre neurología publicada en 2023. De este modo, al expresarnos podemos lograr ser más conscientes de lo que sentimos y cómo reaccionamos a situaciones; es decir, es un mecanismo de introspección ideal para conocernos mejor.
Otra ventaja de tener una libreta para las emociones es que, incluso después de semanas o meses, podemos consultarla para comprender lo que hemos vivido en el pasado y aprender a gestionar nuestras emociones en el presente. Es un proceso de registro y crecimiento personal que actúa como un espejo, reflejando nuestros miedos, inseguridades, frustraciones, alegrías, etc. Para motivarnos a escribir, podemos encargar una libreta personalizada con un diseño bonito e inspirador.

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Ejercicios recomendados
Escribir en un diario se transforma en un espacio seguro e íntimo para la catarsis. Internet nos da múltiples recursos para comenzar a redactar. A manera de ejemplo, están los consejos expuestos por la Dra. Cristina Martínez.
Si ya tienes tu libreta y vas a empezar a escribir, pero sientes inseguridad, te propongo estos ejercicios publicados en Journey.cloud:
- Enumera cinco cosas que puedes ver, cuatro que puedes tocar, tres que puedes oír, dos que puedes oler y una que puedes probar.
- Imagina tu ansiedad como un personaje. ¿Cómo sería? ¿Qué le dirías?
Aunque el diario emocional no sustituye la terapia psicológica, en ocasiones es la única opción debido a los altos costos. Aquí te dejamos opciones de terapia a bajo costo.
El mundo nos obliga a crecer y afrontar miedos, pero también nos da la oportunidad de abrazar la catarsis emocional para soltar situaciones. La escritura es un regalo que nos permite expresarnos y apoderarnos del lenguaje. ¡Toma tu libreta y un lapicero! ¡Atrévete a disminuir la ansiedad desde la comodidad de tu casa!

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