Obsesionada con armarios sostenibles
Desde que era una niña disfruto comprar ropa de segunda mano. Debo de admitir que a mi corta edad solo me interesaba crear escenarios imaginarios con las prendas más extrañas que encontraba y poder convertir un disfraz en mi outfit del día, pero, con el tiempo, fui madurando al lado de los mecanismos de moda sostenible y descubrí un mundo de posibilidades.
Luego de tantos años alrededor de la ropa de segunda mano, he aprendido de mis malas compras y considero que he logrado que la moda sostenible también sea sostenible a mi estilo de vida y gusto personal. Por eso, comparto 3 consejos que me hubiera encantado saber mientras crecía rodeada del mundo de posibilidades que es la moda.
Las famosas manchas
Cuidado, hay manchas de manchas y la ropa usada puede traerlas, pero no por eso la ropa ya no sirve. No les recomiendo confiar únicamente en que “la lavadora lo resuelve”. Tengan un plan b para esa mancha en caso de que la suerte no esté de su lado. Estas pueden ser corregidas fácilmente al ponerles un parche encina, pintarles algo, cortarlas o bordarlas, hay muchas opciones en pinterest.
Además, si consideran utilizar productos como cloro ropa blanca o de color, sumerjan primero en el producto una parte de la pieza de ropa que no sea directamente visible y esperen a ver la reacción de la tela. Muchas veces los productos de limpieza envés de mejorar el tejido lo dejan peor.

Los terribles huecos
A grandes rasgos, mucho cuidado con esto porque los huecos pueden indicar que la tela ya está mala, por lo general la tela que está en mal estado se raja muy fácil y con solo estirar un poquito la prenda se nota. Si la tela no está mala, probablemente un bicho se nos adelantó y rompió la tela, pero todo bien, mucho de lo que sirve para ocultar las manchas aplica para solucionar los huecos.
Es importante conocernos, quizás no nos vemos cosiendo o tapando huecos, sin embargo, ese es el reto de las piezas vintage o de segunda mano. Puede que no encontremos todo solucionado, pero, sí una oportunidad de involucrarnos con nuestro guardarropa de una manera más personalizada y consciente. Modificar nuestro concepto de lo que “ya no sirve” es parte de un consumo responsable, además de ir en contra de una industria que produce piezas de ropa en masa con faltas graves hacia el ambiente.

Telas sospechosas en nuestros armarios sostenibles
Nunca compren nada sin revisar bien la tela, póngase la prenda un rato en el brazo para que se aseguren que no les pica o causa alergia. Si son amantes de los suéteres como yo este consejo los va a salvar de muchas ronchas y decepciones. Por más procesos de lavado o litros de suavizante nunca he sabido quitar la picazón que algunas prendas producen en contacto con mi piel.
Además, si a ustedes al igual que a mí les da pereza o no tienen tiempo para planchar, les tengo un tip. Agarren la prenda que desean y la hacen un puño en sus manos, ahí uno se da cuenta que tan delicada es la tela con las arrugas. La filosofía de esta práctica para descubrir arrugas es sencilla. Imaginemos a lo que se verá sometida la prenda en el proceso de lavado, secado y guardado. Si la prenda se arruga mucho con sólo hacerla bolita con las manos, imaginemos cómo quedará luego del lavado. Definitivamente no es una buena compra para los haters del planchado.

Ojalá que estas recomendaciones funcionen para apoyar con más éxito la ropa de segunda mano. Me gustaría conocer qué otros consejos se les vienen a la mente o si conocen alguna fórmula mágica para arreglar las telas que producen picazón.
Los temas para las siguientes entradas al blog serán:
- Mejores tiendas para comprar ropa.
- ¿Cómo teñir adecuadamente ropa?