Análisis de Felis catus: Características, Tipología y Genética de la Coloración del Pelaje
El gato doméstico, Felis catus, es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia Felidae. Su domesticación se estima que comenzó hace aproximadamente 9,500 años en el Cercano Oriente, asociada al desarrollo de la agricultura y la necesidad de controlar poblaciones de roedores. Actualmente, es una de las mascotas más extendidas globalmente y un sujeto de considerable interés tanto científico como popular. En este artículo se explorarán sus características biológicas fundamentales, los sistemas de clasificación utilizados para diferenciar sus variedades y los mecanismos genéticos que determinan la vasta diversidad de colores y patrones en su pelaje.

Colorimetría Felina: Un Espectro Genético
La colorimetría en los gatos constituye un campo complejo, intrínsecamente ligado a la genética. Los colores y patrones del manto felino son el resultado de la interacción de múltiples genes que regulan la producción y distribución de pigmentos.
Fundamentos Pigmentarios
Principalmente, dos pigmentos son responsables de la vasta paleta de colores observada: la eumelanina, que produce tonalidades negras y marrones, y la feomelanina, que genera los colores rojos y cremas.
La expresión de la eumelanina puede ser modificada por genes de dilución, dando lugar a colores como el azul (dilución del negro), el chocolate (una variante del negro), el lila (dilución del chocolate), el canela y el fawn (dilución del canela).
El gen responsable de la feomelanina se localiza en el cromosoma X, lo que explica la aparición de patrones de color ligados al sexo, como es el caso de los mantos tortuga y calicó, predominantemente en hembras.

Patrones del Manto
Patrón tabby:
Más allá de los colores sólidos, los gatos exhiben una variedad de patrones distintivos. El patrón tabby, o atigrado, es considerado el ancestral y se manifiesta en diversas formas: el mackerel presenta rayas verticales y finas; el classic o marmoleado muestra remolinos anchos y circulares; el spotted se caracteriza por manchas redondas u ovales; y el ticked o jaspeado implica bandas de color en cada pelo individual, siendo típico de razas como el Abisinio.



Manchas:
Otros patrones incluyen el bicolor o particolor, que combina áreas de blanco con otro color sólido o patrón, cuya extensión y distribución varían enormemente. Los gatos tricolores, conocidos como calicó, presentan manchas de blanco, un color derivado de la eumelanina y un color derivado de la feomelanina, una condición casi exclusiva de las hembras. El patrón tortoiseshell o tortuga (carey) es similar al calicó pero con ausencia o mínima presencia de blanco. Finalmente, el patrón colorpoint, característico de razas como el Siamés, es un tipo de acromelanismo donde las extremidades del cuerpo (orejas, cara, patas y cola) son más oscuras debido a un gen sensible a la temperatura que permite la producción de pigmento solo en las zonas más frías.



La Noción de “Especie” en el Gato Doméstico: Razas y Variedades
Las organizaciones felinas internacionales, como la Federación Internacional Felina (FIFe), The International Cat Association (TICA) o la Cat Fanciers’ Association (CFA), reconocen formalmente cientos de razas, cada una definida por un estándar que describe sus características físicas y, en algunos casos, particularidades temperamentales.
Clasificación de las razas:
Las razas felinas pueden agruparse según su origen y desarrollo. Algunas son consideradas razas naturales, habiéndose desarrollado con mínima intervención humana en regiones geográficas específicas, como el Maine Coon, el Gato de los Bosques de Noruega o el Europeo.
Otras razas han surgido a partir de una mutación genética espontánea que posteriormente fue fijada y perpetuada mediante cría selectiva; ejemplos notables incluyen el Sphynx (ausencia de pelo), el Scottish Fold (orejas plegadas hacia adelante) y el Manx (ausencia de cola).
Existen también razas híbridas dentro de la propia especie Felis catus, resultado del cruce planificado entre dos o más razas preexistentes con el objetivo de combinar características deseables, como el Ragdoll o el Ocicat.
Finalmente, se encuentran las razas híbridas interespecíficas, que son el producto del cruce entre Felis catus y pequeñas especies de felinos salvajes, como el Bengalí (cruce con Prionailurus bengalensis) o el Savannah (cruce con Leptailurus serval). Estos últimos requieren consideraciones etológicas y de manejo particulares debido a su herencia salvaje. Es importante destacar que la gran mayoría de los gatos domésticos no pertenecen a ninguna raza específica, siendo denominados “gatos comunes”, “mestizos” o, según la longitud de su pelo, “gatos domésticos de pelo corto o largo”.

La diversidad del gato doméstico es vasta y multifacética, abarcando desde la complejidad genética de su colorimetría y la variedad estructural de su pelaje, hasta las diferencias en tamaño y las sutilezas de su comportamiento. Comprender estas categorías no solo enriquece nuestro conocimiento sobre Felis catus, sino que también fomenta una apreciación más profunda de su adaptabilidad y de la singularidad de cada individuo.
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