
Emprender un nuevo comienzo puede sonar emocionante y hasta idealizante. Sin embargo, hay aspectos positivos y negativos que transforman esta decisión en toda una aventura. Si estás pensando en avanzar hacia nuevos aprendizajes, tenés que conocer lo que implica dar este segundo paso.
Adaptarse a nuevos espacios académicos
Comenzar una nueva carrera profesional lleva consigo adaptarse a nuevos espacios, personas y metodologías de enseñanza. Al mismo tiempo, significa crear nuevas rutinas.
Vas a tener que enfrentarte a nuevos programas, docentes, colegas, formas de pensamiento e inquietudes personales que pueden comenzar a florecer en el proceso. En caso de que estés cursando de manera simultánea tus carreras, es importante que seas organizado y sepás distribuir tu tiempo para dar abasto con lo que te exige cada una de ellas.
Tu experiencia y recorrido previo funcionan como una gran ventaja, pero también tienen sus inconvenientes. Es probable que ahora tengás una madurez muy distinta a cuando entraste por primera vez a la universidad, seguramente ya conocés cómo se maneja todo dentro de esta y sabés cuál es tu manera de trabajar, cómo sobrellevar los momentos estresantes y vivir los gratificantes.
Afrontar un choque generacional
No obstante, también es muy probable que te enfrentés a un choque generacional. Posiblemente las personas con las cuales compartás clases estén en etapas de vida distintas a la tuya y haya momentos o referencias culturales que demuestren la diferencia de edad.
Esto puede generar sentirse fuera de lugar o provocar una sensación de no encajar del todo. Pero también te permite explorar nuevos estilos de aprendizaje, mantenerte actualizado de las tendencias que rodean a las nuevas generaciones, tener otras miradas y refrescar tus conocimientos.

Ni de un lado, ni del otro
La sensación de no pertenecer no solo comienza a resurgir por la diferencia generacional, sino también entre profesiones. Al verte expuesto a nuevos conocimientos y a un ambiente distinto, podés llegar a sentirte un poco dividido entre las carreras, puesto que ya no sos solamente profesional en un área, sino también te estás formando en otra diferente o complementaria.
Tenés que adaptarte a crear nuevos espacios dentro de vos, donde seas profesional de un área y de la otra. Lo que puede llegar a ser complicado si las carreras difieren entre sí, ya que habrá puntos de encuentro y desencuentro, y vas a vivir entre esos dos mundos.
No significa que no podás navegar entre ambas y que las dos se complementen para hacerte un mejor profesional, por el contrario, simplemente necesitás aprender a abrazar estos nuevos conocimientos y las inquietudes que aparecen en el camino.
Ya no sos la misma persona del inicio
De igual forma, es importante que aprendás a abrazar el cansancio, no solo porque llevar dos carreras puede resultar agotador por sí solo, sino porque los años recorridos comienzan a pesar en el rendimiento. Ya no sos la misma persona que cursó su primera carrera, probablemente no tengás las mismas condiciones de tiempo, de energía, de concentración y de vida en general.
Incluso aparecen comparaciones, frustraciones, y la sensación de que deberías estar rindiendo como antes, o como los demás. Continuar estudiando en la adultez puede generar presiones de querer graduarse pronto, de atraso o que no estás generando como otros.
Sin embargo, hay que aceptar que no va a ser igual que la primera vez y que es parte del aprendizaje en sí mismo. También tenés que tomar en cuenta que vas a adquirir conocimientos que van a sacar una mejor versión de vos mismo como profesional.
Es otra oportunidad de explorar intereses, de formarte en áreas que te atraen, de reconectar con partes diferentes que no conocías y de tener una nueva gama de conocimientos que funcionan como un valor agregado.
No te digo que sea sencillo, pero sí que vale la pena. Si vas a dar este paso, tomá en consideración que todo esto puede suceder, pero también que vas a aumentar tus aprendizajes y a encontrarte con nuevas partes de vos que tal vez aún ni conocés.
En resumen: Vas a reconfigurar tu identidad, tus ritmos, tus experiencias y tus aprendizajes. Entonces:
¿Estás listo o lista para emprender este nuevo camino?
Si llegaste hasta aquí, te invito a pensarlo, a conversarlo con otras personas para conocer sus experiencias y a seguirte informando al respecto.
Contame en los comentarios: ¿Qué te motiva a cursar una nueva carrera? ¿Cuáles son tus emociones sobre esto?