Arcos de desplazamiento estudiantil muestran la cantidad de estudiantes que migran hasta el centro del país para estudiar
Universidades públicas trabajan proyectos para abrir carreras en conjunto fuera de GAM
Reyshel García soñaba con salir de su natal Buenos Aires de Puntarenas para estudiar Arquitectura en el Tecnológico de Costa Rica (TEC) pero en su primer intento no consiguió ingresar y decidió matricular Bachillerato en Inglés en la sede Rodrigo Facio (San Pedro) de la Universidad de Costa Rica (UCR)
Ambas posibilidades implicaban migrar, aunque según relató Reyshel era “una oportunidad para irme del pueblito de donde soy y conocer gente nueva”. Gracias a la beca de la universidad y al beneficio de residencia estudiantil, cursó su primer año en San Pedro y luego logró ser admitida en Arquitectura en el TEC.
Según datos de matrícula de universidades públicas, cruzados con el Índice de Desarrollo Social 2017 (IDS) entre 2018 y 2021 aumentó el ingreso de estudiantes como Reyshel, que provienen de cantones con distritos con menor desarrollo social de Costa Rica.
El IDS es calculado por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (Mideplan) para cada distrito del país a partir de 14 índices socioeconómicos agrupados en cinco dimensiones: economía, participación social, salud, educación y seguridad.
El Informe Estado de la Educación 2021 hace referencia a esta tendencia e indica que la proporción de jóvenes de 18 a 24 años de hogares de quintil bajo de ingresos (quintil 1) que accedió a la educación superior aumentó de 8% en 2010 a 17% en 2020 “aunque sigue siendo minoritaria”, detalla el documento.
La cifra contrasta con el 72% de jóvenes del quintil de mayores ingresos que accedió a educación superior en 2020, sin embargo, el 54% ingresó a universidades privadas, mientras que solo un 28% de estudiantes del quintil de menores ingresos inició sus estudios en educación superior privada.
En el 2018, 2093 estudiantes procendetes del 20% de distristos con IDS más bajo matricularon en una universidad pública. En 2021, esta cifra creció a 2774 estudiantes, es decir, la cantidad de estudiantes procedentes de estos distritos aumentó un 30%
Según Valeria Lentini, investigadora del Estado de la Educación, este incremento es fruto de las acciones afirmativas que las universidades públicas han implementado para permitir el ingreso a la educación superior de poblaciones excluidas dadas sus condiciones socioeconómicas.
Las becas, según Lentini, son la principal medida afirmativa, aunque destaca las acciones implementadas por la Universidad Nacional:
Lentini asegura que dichas medidas repercuten en la movilidad social de las familias porque, aunque “pierden” una persona que no podrá trabajar y aportar a la economía familiar de inmediato, en realidad están haciendo una inversión ya que, una vez finalizados los estudios, tendrá mejores posibilidades de acceder a un mercado laboral mucho mejor remunerado.
La investigadora asegura que el papel del Ministerio de Educación Pública es clave, porque la solidez de la formación secundaria repercute en las carreras a las que pueden acceder las personas y la probabilidad de completarla con éxito:
Entre todas las universidades públicas del país, el mayor porcentaje de primeros ingresos es originario de los distritos con mayor desarrollo (con excepción de la Universidad Estatal a Distancia (UNED) en los dos últimos años)
Entre todas las universidades estatales, la UNED suele recibir un mayor número de jóvenes de los distritos con menor desarrollo, en su mayoría mujeres.
Para Rodrigo Árias Camacho, rector de la Universidad Estatal a Distancia, estos resultados son el reflejo de la vocación con la que se fundó la universidad, la cual desde el primer año lectivo abrió 12 sedes en todo el país.
Según Árias, más del 50% de la población estudiantil no paga matrícula porque está becada y desde la década de los años 90 la UNED brinda todos los libros y materiales académicos dentro del mismo paquete de matrícula, por lo que las personas becadas reciben este material sin costo alguno.
La UNED tiene estudiantes en todos los distritos, incluso en los que los pueblos originarios son predominantes.
Lorna Chacón, miembro de la Comisión de Regionalización de la UCR, cree que las universidades no solo deben facilitar la admisión de personas que provienen de zonas con bajo desarrollo socioeconómico, sino también procurar que se mantengan en el sistema educativo y que logren graduarse.
Chacón puso como ejemplo la forma en que la Universidad de Costa Rica ha tratado de acompañar a los 23 estudiantes de la recién abierta carrera de Comunicación Colectiva en la Sede Caribe.
En 2021, del total de estudiantes proveniente de los distritos con menor desarrollo social admitidos en las universidades públicas, un 24.5% ingresó a la UCR (681 estudiantes) seguido por un 23.9% que entró a la UNED (462) y un 21.5% a la UNA (595). En todas hubo un aumento en 2021 en relación con el 2020.
Un caso particular es el del Instituto Tecnológico de Costa Rica, que en el proceso de admisión 2020-2021 aplicó un mecanismo alternativo provisional de ingreso sin examen de admisión, el cual tomó en consideración el promedio de ciclo diversificado, tipo de colegio de procedencia, lugar de residencia del solicitante y el cupo en carrera solicitada.
La UCR también realizó un cambio permanente en su modalidad de ingreso al eliminar la nota mínima de admisión a la universidad. El Consejo Universitario aseguró que esta modificación permitirá que los cupos se llenen conforme a la demanda, según el acta de la sesión N.° 6356.
El cambio en la modalidad de ingreso al TEC en 2021 impactó sus cifras tradicionales, debido a que pasó de un 6.1% y 6.7% de admisiones de jóvenes del primer quintil en 2019 y 2020, a un 12.4% en 2021.
En materia de género, entre 2018 y 2021 todas las universidades públicas (con excepción del TEC) recibieron un mayor número de mujeres que hombres de los distritos con menor desarrollo social. En el TEC, la única que en los últimos años ha admitido más hombres de distritos con menor desarrollo, se revirtió esta tendencia en 2021 cuando ingresaron más mujeres, un aumento de un 282% en relación con el año 2020 (de 51 a 144) debido al cambio provisional en el sistema de admisión de ese año.
En las zonas rurales, donde se ubican la mayor cantidad de distritos con bajo IDS), las mujeres permanecen más tiempo en el sistema educativo que los hombres, afirma Valeria Lentini.
Esto significa que siguen estudiando hasta graduarse, en comparación con los hombres, que tienen más posibilidades de salirse del colegio o la escuela antes de terminarlo:
A diferencia de muchos jóvenes que migran de la periferia al centro del país, Ronny Gudiño decidió dejar las “facilidades y comodidades” de vivir en Paso Ancho (San José) para irse a estudiar a Puntarenas. La razón: únicamente la Sede del Pacífico ofrece la carrera de Informática en Tecnología Multimedia.
Su caso no es inusual. “Las universidades públicas presenciales, cuando abren una carrera la abren solo para una sede” aseguró Rodrigo Árias, quien culminó en diciembre 2022 su periodo anual como presidente del Consejo Nacional de Rectores (CONARE)
La mayor parte de la oferta de carreras se concentra en el Gran Área Metropolitana pero los distritos de menor desarrollo social están localizados en la periferia del país. Esto obliga a jóvenes de las periferias a migrar porque no ingresan a la sede universitaria más cercana o porque la carrera que buscan no se ofrece allí.
El siguiente mapa muestra la migración por año de las 4 universidades, entre 2018 y 2021, a partir de los datos de matrícula analizados.
De acuerdo con el Informe Estado de la Educación 2021, en los últimos cinco años el 49% de la nueva oferta para grado y diplomado se ha abierto en las sedes (21 de 43) y aunque han buscado aportar diversidad y pertinencia, siete de las nuevas oportunidades fueron en el área de Educación, una de las que concentra más opciones.
El campus Rodrigo Facio, de la Universidad de Costa Rica, es testigo de los cientos de estudiantes que dejan sus hogares a cientos de kilómetros para poder estudiar la carrera de sus sueños.
Según el mapa, desde San Carlos y Pérez Zeledón una importante cantidad de estudiantes tienen que viajar hasta el centro del país para estudiar, pero también hay movimientos importantes entre zonas periféricas y sedes regionales.
Entre 2018 y 2020, importantes arcos salen desde los cantones del Pacífico Sur hasta llegar a la Sede Pacífico, ubicada en Puntarenas. Cada uno de estos arcos es al menos un estudiante que estudia en una sede ubicada a más de 280 kilómetros de su casa.
El 77% de los estudiantes de primer ingreso de la UNA (2018-2021) que provienen de la región Huetar Norte entraron a una sede diferente a la que les correspondería por cercanía geográfica.
El sistema de admisión favorece el ingreso de personas provenientes de distritos con condiciones socioeconómicas desfavorables pero la universidad tiene solo 4 sedes fuera de la región central.
La frase hace referencia, según el expresidente de Conare, al potencial que tienen las universidades públicas para trabajar en conjunto y optimizar los recursos económicos. De tal manera que puedan abrir carreras fuera de la región central sin que implique un enorme gasto.
Para Lorna Chacón, de la Comisión de Regionalización de la UCR, un ejemplo de esta sinergia institucional se está materializando en Golfito, entre la UNED y la UCR, para la carrera de Enfermería.
Convenios como estos, donde se comparte el recurso físico y académico, puede ser la puerta para extender la oferta universitaria a las regiones periféricas del país, entre ellas las carreras STEM.
Las carreras STEM (por sus iniciales en inglés, Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemática) representan el 42% de la oferta académica, según el Estado de la Educación.
En los últimos cuatro años del total de nuevos estudiantes de los distritos con menor desarrollo social entre un 34% y un 37% eligieron carreras STEM, mientras que en los distritos con mayor desarrollo social ha sido entre 40% y 43%.
En 2020, José Daniel Arias migró desde El Roble- Puntarenas hasta Turrialba para estudiar Ingeniería Ambiental en la UCR. Esa era su segunda opción porque la primera era Ingeniería Química en la Rodrigo Facio.
Pese a su interés por graduarse en una carrera STEM, José Daniel dejó la universidad en el segundo semestre. Perdió interés porque la pandemia obligó a trasladar la carrera a modalidad virtual.
Aunque la brecha de ingreso a carreras STEM de estudiantes provenientes entre los distritos con mayor y menor IDS se acorta con los años, la que existe entre hombres y mujeres se mantiene.
Entre 2018 y 2021, el 48% de los hombres provenientes de distritos del primer quintil del IDS matricularon una carrera STEM frente a un 27% de las mujeres. En el último quintil el panorama fue similar: hombres 51% y mujeres 33%.
Para Valeria Lentini, escoger o no una carrera STEM es un tema multicausal. A la persona le debe interesar este tipo de carreras y además debe tener las habilidades necesarias para avanzar.
Los estereotipos, sugiere Lentini, pueden jugar un rol clave en la percepción de las personas sobre las habilidades que tienen y esto termina pesando en la carrera que matriculan:
Para Lentini, el plan de estudios del MEP y el profesorado de primaria y secundaria son fundamentales para despertar el interés y desarrollar las habilidades necesarias en el mundo STEM.
Lentini considera que la persona docente debería recibir educación de alta calidad, porque esa educación que recibió se verá reflejada en su capacidad para enseñar y en el desarrollo de habilidades en sus estudiantes. Este sería un gran paso para nivelar la cancha entre la educación pública de la región central, la educación pública de la periferia y zonas rurales y la educación privada.
Los retos para hacer más accesible la educación superior a todas las personas son todavía muchos y muy grandes, según coinciden las voces expertas consultadas en este reportaje.
Conare debe asumir un papel de liderazgo que permita que las universidades trabajen en conjunto y no pelearse entre ellas. “Deben pensar estratégicamente”, concluyó Lorna Chacón.
Esta investigación es el informe final de los cursos de Periodismo de Datos+Periodismo Web (II-2022) realizada por:
Aaron Rios Castro
Alejandro Echandi
David Loaiza
Gabriel Pacheco
María Fernanda Salas
Mariana Valladares
Marion Briancesco
Especialista en la cobertura deportiva, especialmente el baloncesto nacional e internacional. Además, con conocimientos en tecnologías de blockchain y NFTs y su uso en el mundo del deporte por parte de las organizaciones deportivas.