Origenes Indigenas del Lacrosse
El lacrosse se originó en Norteamérica mucho antes del contacto europeo, probablemente desde el siglo XII. Entre los pueblos indígenas como los Haudenosaunee, Cherokee, Choktaw y Ojibwe, este juego tenía un profundo significado:
Espiritual y ceremonial: se utilizaba en rituales vinculados con la fertilidad, la guerra y la armonía comunitaria.
Social y educativo: servía para transmitir valores, enseñar disciplina y unir a la comunidad.
Físico y estratégico: era una forma de entrenamiento para la guerra y la resistencia.
Los partidos eran impresionantes: podían participar cientos de hombres en canchas que se extendían por varias millas, usando palos de madera con redes y pelotas hechas de piel de venado o madera.

Lacrosse y la colonización europea
Con la llegada de los colonos europeos, el lacrosse llamó rápidamente su atención. Observaron, documentaron y en muchos casos apropiaron la tradición.
- En Montreal (siglo XIX), se fundó el primer Club de Lacrosse y se redactó el primer conjunto formal de reglas.
- Se introdujo en internados y colegios, ganando popularidad entre los hombres blancos, aunque esto también significó un proceso de despojo cultural para los pueblos originarios.
- El deporte se estandarizó y se adaptó a un público más amplio.
La evolución en el siglo XX y XXI
Con el paso del tiempo, el lacrosse ha incorporado importantes innovaciones. Se introdujeron protecciones deportivas como cascos, guantes y hombreras para garantizar la seguridad de los jugadores. Además, hubo una evolución tecnológica en el equipo: los palos y las redes, que antes eran de madera, ahora se fabrican con materiales ligeros como aluminio y fibra de carbono, lo que mejora la velocidad y precisión del juego.
A nivel organizativo, surgieron instituciones internacionales como la Federación Internacional de Lacrosse, fundada en 1867, que establecen las reglas oficiales y coordinan torneos mundiales, promoviendo así la expansión global del deporte.
Actualmente, el lacrosse se considera el deporte más antiguo de Norteamérica que aún se practica. Combina su herencia indígena con un presente globalizado, con equipos en países como Japón, Inglaterra, Australia y, por supuesto, Costa Rica.
El lacrosse en Costa Rica
Hace aproximadamente 16 años se introdujo el lacrosse en el país, con la creación de la Federación Deportiva de Lacrosse de Costa Rica. Aunque todavía es un deporte poco conocido, su comunidad ha ido creciendo.
Hoy existen tanto la selección nacional como equipos recreativos:
Estos equipos participan en torneos y partidos frecuentes.
Desde mi experiencia personal como jugadora de los Osos de Santo Domingo, cada entrenamiento nos trae preguntas de curiosos: “¿Qué deporte es este?”. Esto refleja la novedad del lacrosse en Costa Rica, pero también la oportunidad de dar a conocer sus raíces culturales y espirituales.

¿Por qué importa rescatar las raíces?
El lacrosse no es solo un deporte moderno. Es una práctica que promueve la unidad comunitaria y fomenta el respeto entre culturas, creando espacios de encuentro y aprendizaje compartido. También impulsa un intercambio cultural vivo, donde la historia indígena y las nuevas generaciones se conectan.
Además de sus raíces históricas, el lacrosse tiene beneficios actuales: fortalece la salud física y mental, inspira competencia sana y da un sentido profundo de pertenencia a quienes lo practican. Cada partido mantiene viva la memoria indígena, recordándonos que este deporte es, ante todo, una tradición que une pasado y presente.
Conclusión: ¡Conectemos pasado y presente!
El lacrosse ha recorrido un camino fascinante: de los rituales indígenas en Norteamérica hasta las canchas en Costa Rica. Jugarlo hoy significa honrar esas raíces mientras abrimos espacios para que más personas lo conozcan y lo practiquen. En mi experiencia personal, si bien en Costa Rica no esta tan desarollado como en los Estados Unidos, aqui he encontrado un sentido de pertenencia con mi equipo y sobre todo un sentido de comunidad. Que continua creciendo en este pais y otros paises. Si nunca has visto un partido, ¡acércate a un entrenamiento, sigue a la Federación en redes sociales o prueba a jugar! Cada nuevo jugador ayuda a que esta tradición ancestral siga viva.
